Cuando veo hacia atrás, pensando en mi niñez, o recuerdo algunas palabras de español o de ruso, o recuerdo una de las ecuaciones de Maxwell, estoy recurriendo a porciones de mi cerebro que están involucradas en la memoria a largo plazo, y lo que estoy intentando hacer es mantener algunas ideas en mente para conectarlas juntas de modo de lograr entender un concepto o resolver un problema, estoy utilizando mi memoria de trabajo.
Obviamente, a veces traigo cosas a colación de mi memoria a largo plazo a mi memoria de trabajo, para poder pensar en eso. Entonces, los dos tipos de memoria están relacionados.
Existen muchas formas diferentes de rebanar nuestra comprensión de un recuerdo, pero para este curso sobre aprendizaje, aprendizaje, vamos a hablar sólo sobre estos dos sistemas principales de memoria, la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo.
La memoria de trabajo es la parte de la memoria que tiene que ver con lo que estamos procesando inmediata y conscientemente en nuestra mente.
Nuestra memoria de trabajo está centrada en la corteza prefrontal, aunque como lo veremos después, existen también conexiones a otras partes de nuestro cerebro, de modo que podamos tener acceso a los recuerdos a largo plazo.
Los investigadores solían pensar que nuestra memoria de trabajo podía contener alrededor de 7 artículos o fragmentos, pero ahora se cree que la memoria de trabajo puede contener sólo cerca de 4 fragmentos de información.
Tendemos a agrupar automáticamente los recuerdos en fragmentos, por lo que pareciera que nuestra memoria de trabajo es mayor de lo que es en realidad. Aunque nuestra memoria de trabajo es como un pizarrón, no es un pizarrón muy bueno.
Muchas veces es necesario seguir repitiendo lo que estamos intentando aprender para que se quede en nuestra memoria de trabajo.
Por ejemplo, a veces te repites a ti mismo un número de teléfono hasta que tengas la oportunidad de escribirlo.
La repetición es necesaria para que los vampiros metabólicos, es decir, los procesos disipadores naturales, no hagan desaparecer esos recuerdos.
Puede que por ejemplo cierres los ojos para evitar que otros asuntos se entrometan en las limitadas ranuras que hay en tu memoria de trabajo mientras te concentras.
Entonces, sabemos que la memoria a corto plazo es algo así como un pizarrón mental ineficiente.
La otra forma de memoria, la de largo plazo, es como un almacén de depósito, y tal como un almacén, se distribuye en una gran área.
Los diferentes tipos de recuerdos a largo plazo se almacenan en diferentes regiones del cerebro.
La investigación ha demostrado que para intentar convertir un recuerdo de corto plazo en uno a largo plazo, necesitamos volverlo a visitar al menos varias veces para aumentar las probabilidades de que lo podamos encontrar después cuando lo necesitemos.
La capacidad de almacenaje de la memoria a largo plazo es inmensa.
Tiene espacio para billones de asuntos.
De hecho, puede haber tantos asuntos que se pueden enterrar unos a los otros, haciendo difícil que encuentres la información que necesites a menos de que la practiquemos y la repitamos al menos algunas veces.
La memoria a largo plazo es importante porque allí almacenamos los conceptos y técnicas fundamentales que frecuentemente están involucradas en lo que sea que estemos aprendiendo.
Cuando nos encontramos con algo nuevo, a menudo utilizamos nuestra memoria de trabajo para manejarlo.
Si deseamos mover esa información a nuestra memoria a largo plazo, a menudo hace falta invertir tiempo y práctica.
Para ayudar a este proceso, usen la técnica llamada repetición espaciada.
Esta técnica involucra repetir lo que estamos intentando retener, pero lo que hay que hacer es espaciar esas repeticiones, repetir una palabra nueva de vocabulario o una técnica para resolver problemas, por ejemplo, durante varios días.
Extender su práctica durante varios días hace una verdadera diferencia.
La investigación ha demostrado que si intentamos pegar cosas a nuestra memoria repitiendo algo 20 veces en una noche, por ejemplo, no se pegará tan bien como si practicamos la misma cantidad de veces a lo largo de varios días.
Es como construir la pared de ladrillo que vimos antes.
Si no dejamos que pase el tiempo necesario para que el cemento se seque, esto es, el tiempo que hace falta para que las conexiones sinópticas se formen y se fortalezcan, no tendremos una estructura muy buena.
Hablando de una estructura duradera, vean esta parte de la Acrópolis aquí.
Gracias por Aprender a Aprender. Soy Barbara Oakley. Gracias por Aprender a Aprender. [SIN AUDIO]
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